Top 5 bebidas que debes probar al visitar Barcelona
Con 4 extras sin alcohol
Barcelona no es solo un regalo para la vista; también es una ciudad que sabe cómo mantener a tu paladar entretenido. Desde refrescantes clásicos para el verano hasta las bebidas más reconfortantes en las noches frías, aquí hay opciones para cada momento y humor.
Y sí, sabemos que los vinos, cavas y vermuts de Cataluña son imprescindibles, pero ya tienen su propio protagonismo en otros posts. Hoy queremos presentarte otras joyas (y alguna sorpresa sin alcohol) que no te puedes perder. ¡Vamos allá!
1. Ratafía
Bienvenidos al licor más tradicional de Cataluña, un licor que se elaboraba en casa con hierbas, nueces verdes y mucho mimo. Lo solían hacer, cómo no, las mujeres (como tantas otras cosas valiosas) y, aunque la tradición de la ratafía se está perdiendo (como tantas otras cosas valiosas), todavía se puede encontrar ratafía casera de calidad en algunos rincones.
En su origen, se bebía en los pueblos de interior y de montaña, donde abundan las hierbas y nueces, y se usaba como digestivo, incluso con propiedades medicinales. Hoy sigue siendo ideal después de comer, aunque también empieza a destacar como bebida festiva (en plan Jägermeister), ya sea sola o con hielo.
Eso sí, la ratafía sigue siendo un símbolo de nuestra cultura y de la esencia catalana, por lo que hay que honrarla como se merece y disfrutarla a pequeños sorbos.
Local Tip: En Montserrat, los monjes elaboran su propia ratafía, junto con otros licores. Si vienes de tour con nosotros a Montserrat, podrás probarla durante tu tiempo libre. Y mejor aún si la acompañas con un buen trozo de coca de Montserrat. ¡Un placer tan auténtico como único!
2. Ron Cremat
Esta bebida tiene espectáculo incluido. Imagina ron, azúcar, piel de limón, granos de café y canela... todo ello flameado en una cazuela de barro mientras te cantan habaneras. El resultado es una bebida cálida y mágica que sabe a mar y tradición.
Originalmente, el Ron Cremat surgió en las fiestas de pescadores y marineros, quienes se reunían para calentarse mientras cantaban habaneras, esas melodías tan nostálgicas y marineras que te transportan al Caribe desde la Costa Brava.
No es fácil encontrarlo todo el año, ya que suele prepararse en verano, en conciertos de habaneras o fiestas de pueblo. Pero si tienes la suerte de ver un brebaje flameando en alguna fiesta de barrio, no lo dudes: ¡es Ron Cremat!
Local Tip: No intentes hacerlo en casa sin práctica, a menos que quieras convertir tu cocina en un campo de batalla. Mejor disfrútalo en una cantada de habaneras en la Costa Brava, con las olas de fondo.
3. Sangría
Sí, es el clásico que todos esperan, conocido por todos. La mezcla de vino tinto, fruta fresca y soda en el que también suele añadirse algún tipo de especia y licor.
Los locales la tomamos principalmente en verano y no en cualquier sitio. Si se prepara bien es un placer y un orgullo patrio. Pero cuidado, porque cada bar tiene su receta, y no todas son buenas. En Barcelona ciudad, especialmente en Las Ramblas, te la pueden servir con vino de dudosa calidad, mucha azúcar, poca o nula fruta y demasiado alcohol. Si no confías en el lugar, el tinto de verano (vino tinto con soda) es una apuesta más segura y menos arriesgada.
Ahora, si tienes antojo de sangría (lo entiendo, ¿cómo irte sin probarla?) y no tienes muy claro dónde ir hay opciones infalibles donde acertarás seguro, como Casa Lolea, restaurante especializado en sangría de calidad.
Local Tip: Antes de pedir, echa un vistazo a las mesas de al lado. Si la sirven en un vaso con hielo y una rodaja de limón, como si fuera una coca cola, huye. Una buena sangría debe estar bien macerada en una jarra para que los sabores se integren, y si no es así, lo más probable es que el resto de la comida tampoco valga la pena. ¿Más señales de alerta? Si la fruta parece puré, está pasada, tiene trozos demasiado pequeños, o tiene un color fluorescente, mejor corre. La buena sangría ofrece un sabor equilibrado, no una fiesta de químicos y colorantes. Y debe llevar fruta fresca troceada bien escogida (buscando el equilibrio de dulce-ácido-amargo).
4. Clara
Perfecta para las tardes calurosas, la clara es una mezcla de cerveza y refresco de limón a partes iguales, ligera y burbujeante.
Local Tip: Los puristas cerveceros la miran con desprecio, casi tanto como a la cerveza sin alcohol, pero no les hagas caso. Pide una clara en un chiringuito junto a la playa, y de paso, acompáñala con unas bravas.
5. Carajillo
Nada grita más “España” que un carajillo. Este potente café espresso con un toque de licor (ya sea brandy, ron o whisky) es el aliado perfecto para rematar una comida. Es fuerte, cálido y tiene ese toque rebelde que lo hace irresistible.
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Pasamos al territorio sin alcohol, aquí van algunas opciones para quienes prefieren disfrutar de sabores auténticos sin una gota de alcohol. Cataluña también tiene su lado sin, pero no por eso menos interesante o delicioso.
1. Mosto
El mosto es el hermano pequeño del vino, pero sin pasarse de la raya (ni fermentar). Básicamente, es el zumo de uva en su forma más pura y dulce. Una bebida tradicional, refrescante y perfecta para los que quieren disfrutar de los sabores de la vid sin efectos secundarios.
En Cataluña, es fácil encontrar un buen mosto en bodegas o restaurantes que ofrecen productos locales. Si visitas alguna bodega, muchas veces lo incluyen en sus degustaciones como alternativa al vino.
Local Tip: Pídelo bien frío y, si puedes, acompáñalo con una tapa de pan con tomate y embutidos. Es la pareja perfecta para un aperitivo catalán 100% auténtico y sin riesgos de mareos.
2. Horchata
La horchata es ese refresco que parece sencillo, pero tiene carácter. Hecha con chufas, agua y azúcar, es dulce, cremosa y refrescante… aunque, si no estás preparado, el primer sorbo puede pillarte por sorpresa. Vamos, que no es para todos los paladares, pero una vez te haces a ella, ¡te enamoras!
Local Tip: En Barcelona, si quieres una buena horchata, pasa por Sirvent o Planelles Donat que lleva años haciéndola artesanal y de calidad. Y si quieres subir el nivel de la experiencia, acompáñala con unos fartons, esos bollitos alargados que no tienen sentido hasta que los mojas en horchata. Un buen maridaje.
3. Leche Merengada
Esta deliciosa bebida fría está hecha de leche, azucar, clara de huevo, canela y cáscara de limón. Es el equilibrio perfecto entre dulce y refrescante, ideal para una tarde calurosa paseando por el Barrio Gótico.
Local Tip: Encuéntrala en las heladerías más tradicionales de la ciudad y puedes probarla, también, en su versión helado en un cucurucho. Sí, sabemos que parece mucho azúcar, pero estás de vacaciones.
4. Chocolate con Churros
Este es más un ritual que una bebida. El chocolate en Barcelona es espeso, casi como un postre en sí mismo, y los churros crujientes son el complemento ideal. No importa si es invierno o verano, este dúo nunca falla.
Local Tip: Si quieres un buen chocolate Petritxol es tu calle. Escondida en pleno Gótico de Barcelona, esta callecita estrecha parece diseñada para tentarte con el aroma irresistible de chocolate espeso y dulces recién hechos